Cuando comenzamos la reforma del local que sería LA SELECTA, valoramos intervenir el suelo de azulejos grisáceos de una forma original y económica. Así que pedimos consejo a la matemática Susana Merchán Rubira que nos hiciera alguna propuesta. Y estas son las dos maravillosas ideas que nos dio.

1. Fibonacci y los conejitos
En el siglo XIII un grupo de matemáticxs se planteó un problema: Una persona que criaba conejos quería saber cuál era la «fórmula» para hallar cuántas parejas de conejos al mes pueden nacer de una pareja de conejos. Teniendo en cuenta que el conejo tarda un mes en ser maduro y poder procrear (es decir, en su primer mes de vida no puede tener bebés conejo), observaron lo siguiente:
Partimos del mes 0 en donde no hay conejos: 0 parejas
En el mes uno nacen los primeros : 1 pareja
En el mes dos hay : 1 pareja (la inicial que aún no es fértil)
En el mes tres hay : 2 parejas (la inicial y los miniconejos1 que han nacido de ésta)
En el mes cuatro hay: 3 parejas (la inicial, los miniconejos1 (aún no son fértiles porque es su primer mes de edad) y los miniconejos2 que nacen de la inicial)
En el mes cinco hay: 5 parejas (la inicial, los miniconejos1(ya son fértiles), los miniconejos2 (aún no son fértiles), una pareja que nace de la inicial y otra que nace de los miniconejos1)
Y así sucesivamente… Obviamente, la pareja inicial no sale de la nada, tienen madres y padres, pero la cosa es aislar a una pareja y empezar a contar desde ahí. Es raro que en el mes primero haya 0 conejos y luego nazcan dos así de repente (es una cosa convecional). Y sí, hay incesto total, pero muchos animales son así (son datos reales).
Total, la sucesión viene así: 0 (convención), 1, 1, 2, 3, 5, etc etc… Puedes dejar de leer aquí e intentar sacar la fórmula que los relaciona…. La fórmula es sumar los dos números anteriores para obtener el siguiente, es decir: 0, 1, x, para saber quién es x, tengo que sumar los dos números anteriores= 0+1=1, ya tenemos: 0,1,1,x, y x será la suma de los dos anteriores= 1+1=2, y así sucesivamente: 0,1,1,2,3,5,8,13,……. Por supuesto es una sucesión infinita (porque SIEMPRE vas a poder sumar los dos números anteriores y obtener el siguiente, no acaba nunca) y además crece muy rápidamente.
PARTE INTERESANTE:
Ale, después de todo este rollo, os digo cómo podríais hacer el suelo. Existe una sucesión matemática que se llama la espiral de Fibonacci y que consiste en pintar una espiral uniendo los arcos de ésta con las esquinas de los cuadrados cuya dimensión es un número de Fibonacci y que completan el espacio.  (¿ein?)
Es decir, yo me construyo un cuadradito de 1×1 (el primer término de fibonacci sin contar el cero) y al lado otro de 1×1(segundo término) y uno sus esquinas más lejanas por un arco, luego construyo un cuadrado de 2×2(tercer término) y hago lo mismo, y así sucesivamente. Sale una espiral muy especial que está relacionada con la razón aúrea (que te sonará) y que es una cosa súpermágica que está en la naturaleza en millones de cosas.
Como vuestro suelo mide 12,5 x 10 metros tiene casi la medida perfecta para dibujar la espiral hasta el término 8. He hecho un dibujo cutre, que más o menos es lo que tengo en la cabeza:
espiral_fibonacci
El espacio REAL que vais utilizar para la espiral es de 8×13, como tenéis 10×12,5 pues bueno, medio metro en el que se miente un poco no pasa nada, y con respecto a los dos metros que sobran de la otra medida, yo dejaría uno por arriba y otro por abajo (por aquello de la simetría) y había pensado que en esos espacios podéis escribir la sucesión, vamos, los numeritos (lo he puesto en el dibujo), o si queréis la fórmula: f_n= f_(n-1) + f_ (n-2)  f_n es el término que se encuentra en el lugar n, f_0= 0, f_1=1, f_2=1, etc etc….o simplemente poner esa parte en negro o con cualquier otro color, no sé.
 A mí me parece que las cuadrículas que delimitan cada cuadrado quedan chulas, y lo de poner los números en cada una de ella (que especifican la medida de cada cuadrado) también son chulis, pero como queráis. A mí me mola la idea de fondo blanco, espiral roja y números negros (eso sí, yo dibujaría la espiral gordita, que se vea bien) y dibujarla bien, con los arcos bien, que yo lo he hecho un poco a lo cutre. Es importante que midáis bien y os quedéis con los 8 exactos y los 12,5 (porque no hay más) y que cada cuadrado mida lo que tiene que medir (para que salga tan chulesca la espiral).
Como cosa extra había pensado que antes de la intervención en el suelo podíais entregar unas sucesiones incompletas que tienen que completar, incluso la misma sucesión de fibonacci y que el suelo les sirva de pista (eso sí, entonces yo no pondría los numeritos en las franjas que os sobran, jeje, que ya es obvio). Yo incluso lo escribiría en la mesa y dejaría una tiza o algo así en cada mesa, o lo daría con cada consumición escrito en una servilleta.  Aquí os dejo unos ejemplos de la espiral de Fibonacci en la naturaleza y varias espirales entrelazadas.

2. Los cuadrados mágicos

Son algo así como el presudoku de la antigüedad. Consiste en un cuadrado (generalmente de 4×4) cuyas filas, columnas y diagonales principales suman lo mismo, lo que se llama la constante mágica. Hay muchos cuadrados mágicos, los puedes encontrar por internet.

La cosa es que el primer cuadrado mágico en las artes europeas está en un grabado del siglo XVI de Alberto Durero que se llama Melancolía I. El cuadrado mágico está arriba a la derecha, lo pongo aquí para que lo veas mejor:
Si sumas los números de cada fila y cada columna y las dos diagonales principales suman la misma cifra: 34. Es más, si divides el cuadrado en cuatro partes (haciendo una cruz en el medio), cada uno de estos conjuntos de cuatro números que te quedan suman también 34!. Si sumas los 4 números de las esquinas del cuadrado: 34. Sumando los 4 números centrales también. Además, las dos cifras centrales de la última fila del cuadrado es el año en que se hizo el grabado 15 14= 1514.
(Me imagino al amigo Alberto esperando que llegara el 1514 para sacar el grabado y hacerse el guay, jeje).
Mando la foto de cómo me imagino el suelo. En este caso es obvio que tenéis que dibujar un cuadrado y cada cuadrado del cuadrado (ejem) ocuparía unos 2×2 metros para que salga más o menos chula la cosa, así que tendrías que utilizar 8×8 metros y el resto decorarlos como queráis, con el nombre de Durero, o «busca la constante» o algo así:
 cuadrados_magicos
Por cierto, en el dibujo he empezado a dibujar los números como están en el grabado que mola más (y además puede ser hasta más difícil de saber qué número es y así le das más intriga al asunto). Igual que antes, podéis repartir en servilletas cuadrados mágicos para que la gente complete o simplemente que busquen la constante del suelo.
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Las selectas (o indomables, según como se mire) todavía no hemos intervenido el suelo con las ideas de Susana, pues la reforma del techo, limpieza y pintura de todo el espacio se nos llevó las fuerzas. Pero ahora, una vez inaugurado el local volvemos a las matemáticas para aplicarlas sobre el suelo que pisamos más de 12 horas diarias.